El silencio de los corderos

febrero 27, 2024| Reseñas|6 Minutes

Canetenovela

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¿Qué se puede decir de una novela como esta a estas alturas? ¿De una novela que marcó un antes y un después en el género y sentó las bases para la ficción de asesinos en serie?

Pues, la verdad, no lo sé. Solo sé que la leí hace 30 años y que me ha dado por releerla ahora y ha sido una experiencia acertada.

A destacar

  • Thriller
  • Asesino en serie
  • Clarice Starling
  • Hannibal Lecter

Vaya por delante decir que me ha sido imposible desligar la lectura de esta obra de su versión cinematográfica. Clarice Starling y Hannibal Lecter han sido Jodie Foster y Anthony Hopkins (en realidad todos los personajes tenían la cara de los actores que los interpretaron, pero no me sé los nombres de todos) y mi lectura ha consistido sobre todo en la comparación con la película.
La adaptación de Demme es prodigiosa, quita lo que tiene que quitar, plasma la atmósfera de manera magistral y consigue mantener la esencia de los personajes, sus conflictos y lo que les sucede sin traicionar el original en aras un efectismo cinematográfico. Una auténtica maravilla.
Pero es que claro, viene de una novela sólida, con personajes inolvidables y una historia que es casi un clásico ya del género, es decir, la necesidad de consultar a un asesino en serie cautivo para atrapar a otro en libertad. Ahí tenemos la serie de Mindhunter por ejemplo que, a la vez, se basa en lo mismo que se basó Harris para su novela: Ted Bundy aconsejando al FBI para atrapar al asesino que él llamaba «el hombre del río», el asesino de Green River Gary Sedgewick.
Por supuesto, Harris lo adorna un poco y da una talla mística y mítica a Hannibal sentando las bases, porque aquí todavía el prototipo es verosímil (en la siguiente «Hannibal» ya sí que acaba de afianzarlo), de lo que luego será «el asesino omnipotente» que ha poblado o, mejor dicho, plagado, las páginas de los thrillers actuales que no hay por donde cogerlos.
Pero me interesa mucho más Clarice Starling. Quizá pase desapercibida porque la estatura de Hannibal ha crecido tanto que su sombra es alargada, pero es la verdadera protagonista: una mujer joven, estudiante y sin autoridad que debe moverse en un mundo de hombres a principios de los 80. De la misma manera que se plasma en la película, aquí el ambiente opresivo es palpable: el machismo, los comentarios insidiosos de los policías paletos de pueblo, la vulnerabilidad de Clarice, no solo ante el propio doctor que le pide que desnude lo que siente sino también ante figuras de autoridad, tanto masculinas (el baboso dr. Chilton o el enlace del FBI) como femeninas (la senadora Ruth Martin, madre de la última víctima de Buffalo Bill). Y su estatus de estudiante.
También es cierto que su mentor, Jack Crawford, el que la ha metido en el lío y el que la debe proteger, tampoco está en un buen momento. Su mujer, Bella, está terminal y morirá durante el transcurso del caso. Este detalle no se trasladó a la película porque no era necesario. Pero sí lo es en el libro y es un detalle que explica el equilibrio de fuerzas, su correlación en un mundo tan jerarquizado como el del FBI.
A la vez, se hace una muy buena contraposición entre Clarice, la hermosa y heteronormativa Clarice, y las víctimas de Buffallo Bill: mujeres jóvenes, corpulentas y sin el atractivo con el que cuenta Clarice. Y, ¿por qué? Porque Clarice entiende a esas mujeres, viene del mismo lugar y es solo por su perspectiva, sin pamplinas estéticas que enturbien su visión, que logrará tirar del hilo y descoser lo que Buffalo Bill ha esta cosiendo. Porque esta es una novela confeccionada a la perfección y no consigo verle las costuras.

Sobre el autor

Thomas Harris (JacksonTennessee, 11 de abril de 1940) es un escritor estadounidense, autor de la serie de novelas de suspenso cuyo protagonista es el psiquiatra caníbal Hannibal Lecter, adaptadas al cine en cinco películas y una serie de televisión.

Su novela de 1988 The Silence of the Lambs (El silencio de los corderos) fue adaptada al cine en 1991, con título homónimo, película nominada a los Premios Óscar de 1991 en siete categorías, de las cuales obtuvo los cinco principales galardones.


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Las indignas

febrero 7, 2024| Reseñas|6 Minutes

Canetenovela

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He dejado pasar un par de días desde que acabé de leer la nueva novela tras Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica que ha titulado Las indignas. Lo he hecho porque no es bueno soltar la lengua en caliente. Tras dejar aposentar el polvo y el ruido de la lectura me han surgido varias preguntas.

¿Por qué Agustina has publicado esta novela?¿Ha sido porque Alfaguara te lo ha pedido, ha insistido en que si no lo hacías verías diluirse el éxito de Cadáver exquisito? ¿De verdad crees que este texto es digno?

Como podréis ver con lo escrito hasta ahora, la lectura de esta "novela" no me ha sentado muy allá y eso tiene varias razones.

A destacar

  • Distopía
  • Novela postapocalíptica
  • Misticismo? Religiosidad?

Las novelas distópicas dentro del rango de las postapocalípticas juegan a la confusión. Es deseable que lo hagan para colocar al lector en un mundo donde las reglas del juego han cambiado profundamente. Este descoloque es deseable aunque arriesgado. Si el lector no empieza pronto a descifrar lo que está leyendo es probable que deje de leer. Y es probable también que lo haga cabreado con el texto. Las buenas novelas distópicas dentro del rango de las postapocalípticas van dejando miguitas de pan que acaban explicando parcialmente sino totalmente sino satisfactoriamente ese mundo. Y así el lector disfrutará de la lectura.
Eso no sucede con Las indignas. Bazterrica no tiene la intención, la voluntad o el talento (aunque probó que lo tenía con Cadáver exquisito) de dejar esas migas de pan. Juega con el establecimiento de un culto, una religión, una secta y nos introduce, a través de los ojos de la protagonista, en sus liturgias sin sentido. Parecen una reacción a la liturgia cristiana que, de no haber sido criados bajo sus ritos nos parecería un sinsentido (¿comer la carne en forma de pan y beber la sangre en forma de vino de un tipo al que mataron tiene algún sentido si es que no conoces lo códigos?). El problema es que lo hace desde dentro, desde la perspectiva de la protagonista y, eso, si se suma a la confusión inicial de presentarnos un mundo del que no conocemos su funcionamiento o lo que le ha sucedido al nuestro para convertirse en este nuevo, consigue el más absoluto rechazo, al menos por mi parte. Me explico: si nos mostrase los ritos que ha establecido una sociedad concreta desde fuera, es decir, desde la visión de un personaje que no participa en ellos y tampoco los entiende, podríamos aprender con él lo que significan. Aquí no sucede y solo sirve para aumentar la confusión.
Los recursos que funcionaban en Cadáver exquisito, como el horror o el rechazo a la dieta de los personajes, aquí también se explotan, pero no funcionan por sobrexposición. Lo mismo con la crueldad entre los personajes, tampoco funciona. Y la historia previa de la protagonista es un cúmulo de clichés del género que no ayudan en nada al batiburrillo que es este despropósito.
Si a esto se le junta que la edición de Alfaguara es una estafa en toda regla, pues la experiencia le hace un flaco favor a Bazterrica que, desde mi punto de vista, estaba en lo más alto y ahora, pues eso…
¿Por qué es una estafa? La caja de texto es mínima: es decir en cada página, los márgenes son un chiste de aire y el número de palabras apenas superan las 150. Con eso tenemos un texto de 31.000 palabras (mi libro de cuentos es de 45.000 y 125 páginas) en 180 páginas. Es una estafa porque te lo cobran a precio de novela de extensión habitual (300-350 páginas)… Y eso es un vacile absoluto.
En fin, que Bazterrica, lo siento mucho pero tendrías que haber esperado más para sacar un texto en condiciones o no sacarlo (mira Harper Lee que solo publicó uno o a Donna Tart que publica novela nueva cada 10 años). Nadie te lo hubiese reprochado. Y si encima te dejas aconsejar por usureros del negocio, pues, I am sorry pero has dilapidado tu credibilidad y la confianza que yo pudiese tener en ti… Una pena la verdad.

Sobre el autor

Agustina María Bazterrica es una escritora argentina.1​ Su segunda novela, Cadáver exquisito, ganó la vigésima edición del premio en el mismo año de su publicación y, en 2021, el Premio «Ladies of Horror Fiction» a la mejor novela, siendo la única obra finalista que no había sido escrita originalmente en lengua inglesa.23


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De frente

Canetenovela

enero 25, 2024| Blog|3 Minutes

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Cuando me planteé escribir este blog lo hice con la idea de que fuera un testimonio de los pasos que iba dando desde que daba por zanjada la tarea de escritura hasta que el borrador (así lo denominaba entonces) pasase a ser un libro.

Como se puede comprobar a través de la lectura de las entradas desde la primera hasta esta, el proceso ha transitado por diferentes etapas. Ese tipo de encrucijadas que dependiendo del resultado que arrojan te desvían o, mejor dicho, te dirigen hacia uno y otro lugar.

Dicen que el objetivo nunca es. en realidad. un fin en sí mismo sino que el viaje hasta conseguirlo o no (otra encrucijada) es lo realmente importante. He de decir, sin sonar excesivamente victorioso, porque desde el principio supe que entre las opciones que tenía siempre llegaría a mi objetivo, es decir, a la publicación, que la anterior frase es verídica: el viaje que emprendí ha sido el mejor fin que el objetivo.

Y el resultado es que No es como la esperábamos ya está disponible para cualquiera que le quiera dar una oportunidad.

De contra. Esto no ha acabado

Podría decirse entonces que si ya he cumplido con la razón de ser de este blog, un diario de publicación, debería bajar la persiana y dejar de daros la turra con esto. Pero nada más lejos de mi intención. La publicación es también todo lo que viene después:

¿Qué vas a hacer para difundir el libro? (marketing que lo llaman y a lo que le tengo una ojeriza de conjuntivitis).

¿Qué recepción tiene la obra?

¿Qué posibilidades se abren ante tí?

¿A qué dará pie?

En fin, un montón de interrogantes que estoy deseoso de contestar o, mejor dicho, de enfrentarme a ellos, de llegar a otra encrucijada y ver a dónde me lleva el desvío.

La verdad es que disfruto mucho con estas aventuras. Está claro que no dan de comer, pero no veáis si alimentan.

Lo último que diré por aquí y, para los que hayan llegado, es que No es como la esperábamos está en Amazon y, por supuesto, os invito a leerla…


No mentirás

enero 16, 2024| Reseñas|6 Minutes

Canetenovela

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¿Qué le pasa a la novela negra española de autores "jóvenes"?

¿Por qué no hay manera de encontrar un título una historia que no tienda al thriller más descabellado e inverosímil?

¿Por qué están tan infladas esas novelas con escenas superfluas que no añaden nada ni a la construcción de personajes ni a la trama y entorpecen el ritmo pensando que cuanto más cosas pasen más acción hay?

No tengo la menor idea, la verdad. Pero lo que más ojiplático me deja es el enorme éxito que acaban teniendo. Esta novela es una muestra de ello. Me la regalaron hace un par de años y ya iba por la 7a edición. No sé que debe ser lo que funciona, pero sí sé lo que no me funciona a mí. Y voy con ello...

A destacar

  • Novela coral
  • Thriller
  • Asesino en serie

Primero unas pinceladas del argumento: un abogado exitoso, estúpido y plagado de manías recibe la noticia de que su padre, al que no ve desde hace 18 años, se ha suicidado. Ese será el pistoletazo de salida para acudir a un pueblito alicantino, Mors, donde empezarán a aparecer muertos por doquier. Cada uno asesinado al estilo de un asesino en serie famoso español. Aquí entra Nicolás Valdés que, por lo que veo, será el inspector/detective insignia de este autor. Jovencito y recién llegado de la capital del reino a esa ciudad de provincias, Nicolás, arrastra, como no, un traumazo del copón (todo este hilo argumental es lo que me hizo pensar que había una historia anterior, pero parece ser que no. Tampoco lo voy a averiguar, no me interesa lo más mínimo seguir con esta serie), que le lastrará a lo largo de la investigación de los asesinatos que muestra la novela.

Bien, ¿qué no funciona? Para empezar el dibujo psicológico de los personajes. Ni te los crees ni empatizas con ellos y esto, quizá, tenga que ver con que su abanico de emociones no está modulado. Es decir, pasan de la calma absoluta o de un comportamiento razonable, a ir espitados ante situaciones que no espitan. La exageración ante lo que les sucede si bien, en alguna circunstancia es necesaria (no todos los días te vas a encontrar un cadáver decapitado), en otras no y el hecho de que un personaje reaccione de manera desmesurada ante una situación que no lo justifica despoja de contenido a cuando sí lo justifica. Van pasados de vuelta la mayor parte del tiempo y son un poco bastante flipaos.

Que más, qué más: la trama, una mezcla de Copy cat y Las dos caras de la verdad en forma de batiburrillo con una génesis estúpida y plagada de suicidios. Si quieres fusilar argumentos de películas norteamericanas conocidas porque no se te ocurre uno propio, hazme el favor y tápate un poco. Quizá con un poco de talento, aunque se notase, se apreciaría que el autor le haya podido dar una vuelta de tuerca, pero no es el caso.

Quizá sí disimula con la sobredocumentación que distraerá  a algunos lectores y hará que el engaño cuele, pero no hará nada a favor de la calidad de la escritura. Está muy bien que hayas preguntado como trabajan los forenses en una escena, pero de verdad me lo tienes que colar todo con pelos y señales. Buen trabajo chico, pero a mí con que me digas que la científica ha procesado la escena (4 palabras) y me ahorres dos páginas, pues ya me tienes ganado.

Y esto me lleva a quizá lo último por lo que naufraga esta novela: le sobran fácilmente 200 páginas. Escenas infladas, ni un ápice de talento para los diálogos, sobre explicación… En fin todos los errores de un escritor novato o, simplemente, malo.

¿Por qué la he acabado de leer y no la he dejado a medias? Quizá porque quería practicar mis habilidades de lectura en diagonal, quizá porque de lo contrario no podría haberme puesto a hacer esta reseña.

En fin, ponía el otro día en las stories de IG que más que titularse «No mentirás» debería titularse «No me leerás»… Lo suscribo y sigo preguntándome, ¿por qué tienen éxito semejantes bodrios?

Sobre el autor

Blas Ruiz Grau (RafalAlicante, 1984) es un escritor español de novela negra contemporánea,12​ su obra destaca por su rigor en los campos criminalístico y forense.3​ En sus inicios triunfó como autor autopublicado.


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Pirineo Noir

enero 4, 2024| Reseñas|6 Minutes

Canetenovela

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Mi gozo en un pozo.

Pirineo Noir de María Pérez Heredia me llamó la atención por múltiples motivos. Para empezar es una novela negra española escrita por una autora joven y, eso, a mí ya me basta para querer darle un tiento. Si le sumamos además lo que presupone el título y la sinopsis del editor, estamos, en principio ante una novela criminal rural, es decir el escenario donde se desarrollará la trama, As Boiras, es un pueblecito del Pirineo aragonés. Y, con eso, uno presupone un ambiente asfixiante, una atmosfera primaria de personajes que se relacionan con cierto nivel de brutalidad que puede resultar atrayente.

Añadir entonces la premisa que abre la novela, a saber, que la protagonista vuelve a ese pueblo de su adolescencia después de 26 años sin haberlo pisado porque los crímenes de un asesino que mataba niñas empiezan a repetirse, tiene que ser un éxito, ¿verdad? O, al menos, todo esto hace que mi hype se dispare.

Nada más lejos de la realidad. Estamos ante una novela fallida, una decepción. Pero, ¿por qué?

A destacar

  • Novela negra

Soy consciente de que todo lo mencionado anteriormente son mis propias expectativas, de las que soy dueño y de las que me responsabilizo sin poner la carga en el talento de la autora de esta novela.
Dicho esto, le reconozco a Heredia su buen manejo del lenguaje y el ritmo. La autora sabe escribir, no es ahí donde falla la historia. De hecho, es lo único que me ha animado a seguir leyéndola y no abandonarla en la cuneta como hubiese hecho con otras novelas de este corte a los mandos de un autor menos diestro.
¿Qué es lo que hace aguas aquí?
Para empezar, la voz narrativa. Quien nos cuenta la historia en primera persona es la de la protagonista, Alice, una mujer cercana a la cuarentena, casada con un inspector de policía francés (podría equipararse a un Hodges de la serie mentes criminales, es decir, a un perfilador y perseguidor de asesinos en serie) y con el que está intentando desde hace bastante tener hijos (ya ha pasado por cuatro abortos y cuando empieza la novela está embarazada y con la esperanza de no perderlo). Esto no tendría que ser un problema si no se hiciera completamente insufrible por momentos debido a la postura victimista y a la defensiva con la que enfrenta cualquier situación. No solo con las personas del pueblo con las que se encuentre sino también con su marido, Kevin (cómo me molesta que autores españoles pongan nombres extranjeros a sus personajes, pero bueno, habría que ver qué frecuente es el nombre de Kevin en Francia), su madre o, al final, todos con los que se cruza. Esto al convierte en una voz antipática y cansina que acaba afectando mucho a la novela.
Para continuar, el ambiente. La novela pretende estar enclavada en un pueblito del Pirineo, pero más allá de cuatro rasgos, en realidad podría estarlo en un pueblo de mar o en cualquier otro lugar. Y, eso, para una novela cuyo título menciona una cordillera como la del Pirineo, pues, deja mucho que desear.
Finalmente, la propia trama. Arranca prometedora, pero pronto sabes, intuyes quién está detrás de los nuevos asesinatos e, incluso de los antiguos, a pesar de conocer al asesino convicto que acaba de salir de prisión porque está gravemente enfermo. Esto no debería ser un problema o, al menos, no lo sería para mí si al final ese asesino fuera verosímil, si entendieras sus motivaciones y todo cuadrase a la perfección o, al menos de manera satisfactoria. Pero eso no sucede aquí. Cuando al final se descubre (en realidad se confirma) quien está detrás de todo esto, ni el lector ni los personajes saben por qué. O, las razones por las que se llevaron a cabo los asesinatos no encajan, no tienen peso y se las lleva el viento…
Ah, lo olvidaba, está demasiado inflada. Le sobran, para lo que cuenta, al menos 150 páginas.
No quisiera extenderme en la escabechina hablando de los personajes, su psicología o lo absurdos que pueden llegar a ser. Baste la mención.
En fin, una novela completamente fallida que intenta aprovechar puntos fuertes del género y naufraga estrepitosamente. O, ya que se pretende fijar la acción en un pueblo de montaña, se despeña y nadie la echará de menos. Qué pena…

Sobre el autor

María Pérez Heredia nació en 1994 en Zaragoza. Debuta con Esos días raros de lluvia (Eclipsados, 2013),4​ novela que empieza a escribir con 17 años y publica con 19.5​ Su blog Días raros de lluvia, aunque desde 2015 no está activo, le ayudó como ejercicio de escritura entre el final de su primera novela y el inicio de la segunda.6


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Espera

Canetenovela

enero 3, 2024| Blog|6 Minutes

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Cada año, hago un pequeño repaso de cómo ha ido. En la última ocasión hace un par de días, no me veía yo muy ufano, pero decidí no saltármelo. El resultado, que no estaba nada planeado, guardó mucha relación con el proceso editorial o, al menos, con la autopublicación. Así que me he decidido a incorporarlo en esta bitácora.

Aquí lo tenéis:

He estado leyendo los repasos de años anteriores. Quizá para preparar este, quizá por, yo qué sé, esa nostalgia de ver cómo fueron años anteriores (olvidamos tan rápido que ver cómo te sentaron otros años parece un descubrimiento). El caso es que no ha sido muy inspiracional… sí, me gusta lo que escribo y cómo lo hago, no pertenezco a esa raza de escritores (si es que alguna vez me he reconocido como tal) a los que les gusta repudiarse –a través de repudiar lo que escriben– en cada ocasión para agrandar la figura marketiniana que les vende y que no son.

En realidad me doy cuenta de que este año ha estado muy centrado en la espera. Ni dulce espera ni leches, no penséis mal. En la espera de cosas que no están en mi mano pero o las quiero o las necesito o siento que son necesarias en un proceso que he instalado en mi cabeza. Me refiero, por supuesto, a publicar. Veo, después de leer la publicación de repaso del año pasado, que ya tenía un primer borrador de la novela que estoy a punto de publicar. Ha pasado un año y no está publicada todavía.

¿A qué he esperado?

A que pasase más de un mes para tratar de olvidar lo escrito y corregirla yo, «con ojos nuevos» leyéndola tres o cuatro o, incluso, cinco veces.

A que la leyeran lectores de mi confianza que, sin estar acostumbrados a este tipo de lecturas, me hicieron el favor, no sin mostrar cierta reticencia (qué pesao el tío este). Por suerte y, quizá porque me conocen, les encantó o, al menos, les pareció suficientemente interesante para acabarla y darme sus comentarios para mejorarla.

A que me contesten las editoriales a las que se la envié, tonto de mí, que, por supuesto. o no me contestaron o no la rechazaron o, lo que es peor, intentaron tangarme para que me metiera en un crowfunding y les alimentase sus proyectos con mis esperanzas.

A preparar, editar, la novela para que estuviera en forma y fondo disponible… quizá la parte más exigente a nivel psicológico porque es la que te supone reprimir con mayor fuerza las ansias de que ya esté porque tu parte ya está hecha.

En ese sentido, este año ha sido quizá el que más me ha enseñado a capear la frustración y a lidiar con las expectativas. Me ha enseñado que es imposible, al menos por mi parte, ser budista. Cercenar la esperanza y no estar a la expectativa de que suceda lo que tú quieres que pase es imposible. Así que la paciencia, la perseverancia y el empeño se han convertido en schwarzenegers en mí. Cosa buena, mira tú por donde.
También he descubierto o he aprendido (aunque eso está por ver, estoy en momento epifanía y del dicho al hecho hay un trecho) que hay que ponerse las pilas, que esperar está muy bien pero que hay que desacralizar eso de publicar… Estoy con la segunda parte de lo que voy a publicar en pausa a causa del proceso de edición que comento (la cabeza no me da para más) y he decidido que con esta no esperaré, que no la daré a leer a nadie antes, que no languideceré por que las editoriales me digan que no o me intenten tangar, que aprenderé maquetación para no cargar a otros ni con ese trabajo ni con mi anhelo por tener las cosas ya, que publicaré cuando yo quiera.

Afortunado

Y, quizá lo más importante de este 2023, que basta ya de esperar que las cosas sean como uno quiere… no lo son en política, no lo son en amigos, no lo son en pareja, no lo son en familia, no lo son en nada… ¿por qué empeñarse en que lo sean?
Haz, ve haciendo con lo que tienes…
Poco repaso a este 2023 he hecho, pero para concluir diré que no ha sido mal año aunque se hayan ido muchos, demasiados (lo peor).
Sigo pensando que soy una de las personas más afortunadas que conozco y cuando se me olvida, me lo repito. Espero no olvidarlo durante 2024, veremos como entra y como sigue y, con suerte, dentro de un año tendré algo más que decir que este pobre repaso de este… Tampoco pienso esperarlo, está claro que 2024 no va a ser un año de esperar…


Fortuna

diciembre 29, 2023| Reseñas|5 Minutes

Canetenovela

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Fortuna de Hernán Díaz sonaba en mi radar desde hacía unos meses y lo que me acabó decidiendo a leerla fueron un par de cosas. Para empezar es una novela asentada en un periodo histórico que me interesa mucho: los felices años 20 y la posterior gran depresión (no en vano nací un 29 de octubre efeméride que conmemora un momento serio de quasiacabar con el capitalismo). Para seguir, se la ha galardonado con un Premio Pulitzer y, para mí, eso es garantía de que me va a gustar.

Pero, veamos por qué me parece, tras leerla, que estamos tras un novelón...

A destacar

  • Momento histórico interesante (Felices años 20 y gran depresión)
  • Premio Pulitzer
  • Diferentes narradores que afinan la perspectiva

El argumento es sencillo: estamos ante una historia en que se describe la vida de un magnate y su mujer a través, primero, de los años 20 y, después, durante la Gran Depresión. Cómo hizo su fortuna en el capitalismo desatado de aquella década «feliz» y cómo no solo no la perdió sino que la multiplicó previendo el desmorone del sistema aquel octubre de 1929.
Hasta aquí todo, quizá, muy anodino y con los clichés típicos de una historia así. Pero Fortuna no se detiene en está historia sino que la parte o, mejor dicho, la enfoca desde 4 perspectivas a través de sus narradores, consiguiendo varios objetivos a los que el lector (nada precavido en mi caso porque ni había leído contras ni había leído artículos o reseñas) asiste encantado con esas variaciones que afinan una realidad que nunca lo fue (siempre es ficción claro).
Así, obtenemos una historia que según quien nos la cuenta difiere pasando de un narrador omnisciente para la primera parte, un narrador en primera persona con intenciones dirigidas para la segunda (eso no lo sabremos hasta la tercera parte) en forma de autobiografía, otro narrador en primera sin otro objetivo que el de descubrir la verdad acerca de la esposa del magnate y, por último, un diario en primera persona; algo que es lo más cercano a la verdad o, al menos, a la realidad del que lo escribe (si dejas de lado el diario de la protagonista de Perdida de Gillian Flynn),
Y, esto, es maravilloso: ver cómo cambia la historia poco a poco hasta clarificarse de una manera cristalina. Pensando en cómo aclarar la sensación que transmite he pensado en dos metáforas: sentado en una silla de optometrista ves cómo se aclaran las letras el que óptico te dice que le cantes según te gradúan la visión; o observar una gota de agua en el microscopio y ver lo que contiene según cambias los aumentos: de la nada a un microcosmos.
Y los recursos que utiliza para ello son originales y sorprendentes. Solo pondré un ejemplo: en la segunda parte, entre el texto principal que tiene una continuidad en la historia vienen insertadas y sin aviso (no están en otra tipo o en cursiva) anotaciones de quien está escribiendo para guiarse a la hora de continuar la historia. Esto me ha recordado a mis propias anotaciones cuando escribo, dónde, le indico a mi yo de otro momento lo que tendría que ir a continuación para que no lo olvide.
Así pues, estamos ante una novela poliédrica que nos ofrece distintas versiones de una historia con una objetivo prospectivo de encontrar la verdad  en un juego de ficciones que evidencian aquello de que la ficción que es una mentira puede acabar dando verdades más evidentes que la realidad.

Sobre el autor

Nacido en Buenos Aires en 1973, migró con su familia a Suecia tras el golpe de Estado en Argentina de 1976. A la vuelta de la democracia volvió a Argentina, donde estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente obtuvo una beca en el King’s College en Londres y realizó su doctorado en la Universidad de Nueva York. Reside en Estados Unidos, donde imparte clases en la Universidad de Columbia,


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Donde nadie te encuentre

diciembre 13, 2023| Reseñas|5 Minutes

Canetenovela

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Alicia Giménez Barlett es una autora española que ha ido sonando en los alrededores de mi interés por la novela negra y a la que nunca había dado una oportunidad hasta ahora. A través de comentarios a uno de mis vídeos de novela negra decidí lanzarme a descubrirla y me topé con este Donde nadie te encuentre que, precisamente, no es una novela negra. Sin embargo, y a pesar de que la novela histórica no me entusiasma, he disfrutado mucho con esta lectura. Quizá porque no es una novela histórica pura sino algo así como una novela de investigación que pivota alrededor de un personaje extraordinario, en el sentido más etimológico de la palabra, Teresa Pla Meseguer de nacimiento Florenci Pla Meseguer a partir de un momento de su vida, cuando pasó a formar parte del maquis, guerrilleros que continuaron la lucha antifranquista tras la finalización de la Guerra Civil española.

A destacar

  • Novela de investigación
  • Novela histórica
  • Antifranquismo

La premisa de partida es sencilla: un psicólogo francés se interesa por la figura ya casi mítica de una guerrillera del maquis que opera en el Maestrazgo. El estudio de la mente humana le lleva a querer saber más sobre ese guerrillero nacido mujer que lleva viviendo aislado en el monte sin contacto humano más de dos años y al que se le atribuyen las peores pasiones y las mayores maldades. A través de un artículo de un periodista catalán tendrá las primeras nociones sobre el personaje así que le resultará lógico contratar a este periodista para partir en busca del ser humano que se esconde tras la mitificación, la fama o la infamia.
Empezará entonces un recorrido a lo road movie por los pueblos de la sierra del Maestrazgo (entre Tarragona, Castellón y Teruel) en un contexto de posguerra franquista cruel y represora, pobreza, mezquindad y pasión donde se alternan los episodios de esa búsqueda de la pareja protagonista y el pasado de La pastora, alias con la que se conoce al guerrillero.
La novela trata multitud de temas, desde la política de la época y la sombría situación a la que estaba sometido el pueblo, hasta la camaradería entre los dos protagonistas o el desajuste entre lo que se supone que se debe hacer y lo que se hace dadas las circunstancias en las que cada uno debe vivir.
No conocía para nada la figura de la Pastora que es lo que realmente actúa de motor en esta historia. Su peculiaridad genérica y el contexto en el que tuvo que vivir (pobreza, crueldad, rechazo, guerra civil) la convierten en un personaje fascinante no solo a nivel literario sino a nivel histórico.
Una buena lectura sin más. No extraordinaria pero sí entretenida y reivindicativa de una memoria histórica indispensable en estos días.

Sobre el autor

Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) ha publicado, entre otras, las novelas ExitUna habitación ajena (Premio Femenino Singular 1997), Secreta PenélopeDías de amor y engaños, el gran éxito Donde nadie te encuentre (Premio Nadal de Novela 2011) y Hombres desnudos (Premio Planeta 2015). Con la serie protagonizada por la inspectora Petra Delicado se ha convertido en una de las autoras españolas más traducidas y leídas en el mundo: Ritos de muerteDía de perrosMensajeros en la oscuridadMuertos de papelSerpientes en el paraísoUn barco cargado de arrozNido vacíoEl silencio de los claustrosNadie quiere saberCrímenes que no olvidaré, Mi querido asesino en serie Sin muertos. Ha recibido los prestigiosos premios Grinzane Cavour en Italia y Raymond Chandler en Suiza. Actualmente vive en el campo, en el término municipal de Vinaròs.


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Tenemos que hablar de Kevin

diciembre 12, 2023| Reseñas|5 Minutes

Canetenovela

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Hace unos meses preparé para el canal de youtube un vídeo centrado en la voz narrativa en segunda persona. Siempre me han interesado no solo cómo están contadas las historias que leemos sino también quién te las cuenta. Para aquel vídeo cité varios ejemplos y entre ellos una novela epistolar, es decir, aquella que está compuesta de cartas que un personaje envía a otro hablándole de tú. En seguida y, gracias a los comentarios de seguidores que lo vieron, me brindaron varios ejemplos entre los que se encontraban este Tenemos que hablar de Kevin de Lionel Shriver. Si bien es cierto que esta novela se puede encuadrar en el género de novela epistolar, también se aleja de él en varios aspectos sin perder en ningún momento ese narrador en segunda persona y con un resultado fascinante. Pero, ¿por qué?

A destacar

  • Novela de personajes
  • Crítica al modo de vida americano
  • Crítica a la maternidad
  • Crítica a las armas

La voz omnipresente que llena las páginas de esta novela es la de su personaje principal, Eva, que bajo la excusa de escribirle cartas a su marido Franklin, describirá su vida juntos, las decisiones que tomaron en el pasado, por qué las tomaron, cómo les cambiaron la vida y cómo han llegado hasta el presente. Para ello cada capítulo, cada carta, transitará entre la memoria de la protagonista de hechos pasados y su vida diaria, cotidiana y poco extraordinaria si no fuera por las acciones de Kevin que, ya desde su presencia en el título, sabremos que juega un papel preponderante en la vida de ambos.

No quisiera extenderme en la anécdota de la novela a pesar de que ya en el primer capítulo se nos desvela, sin profundizar, qué es lo que hizo el tal Kevin porque solo serviría para centrar la atención en uno solo de los aspectos de este novelón que es literatura en mayúsculas.

Y lo es por el talento de Shriver que tiene una mano especial para profundizar en sus personajes, un humor subyacente al texto que oscila entre la negritud, el cinismo o la ironía y, a la vez, la valentía para meterse en jardines que no se suelen arreglar para que queden bien. Entre ellos, el de la maternidad y todo ese relato de lo que se supone que tiene de maravilloso. No, aquí alcanza rasgos de novela de terror sin que en ningún momento se rompa la verosimilitud. El lector está tan metido en el mundo de Eva, en su manera de pensar, en su mentalidad que cuando se desata la tragedia, está dispuesto a aceptarlo. Y no solo por los precedentes reales a toro pasado de lo que nos cuenta sino porque ha recorrido con ella todo el camino que, de las múltiples maneras que se tiene de llegar a un desenlace así, el que nos explica es completamente plausible. Y devastador, y abominable, y horriblemente cruel. Y, aun así, completamente fascinante.

Una novela que se toma su tiempo para desarrollarse sin que por eso se haga pesada o larga. No, si el lector alcanza la vibración de su ritmo y se armoniza, no podrá dejar de leerla. Guarda esa virtud que tienen pocas novelas de enganchar a sus lectores y no soltarlos, a pesar del posible agotamiento, hasta dejarlos bien vapuleados e hipnotizados ante lo que acaban de leer.

Sobre el autor

Lionel Shriver (nacida como Margaret Ann ShriverGastoniaCarolina del Norte18 de mayo de 1957) es una periodista y escritora estadounidense.1​ Su novela Tenemos que hablar de Kevin ganó el Premio de Ficción Femenina en 2005,2​ y fue llevada al cine seis años más tarde.3


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El peligro de estar cuerda

noviembre 22, 2023| Reseñas|7 Minutes

Canetenovela

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Nunca había leído ningún título de ficción de Rosa Montero. Mi relación más cercana se reducía a leer alguno de sus artículos o sus columnas y escribirle, en nombre del dueño de la editorial en la que trabajaba, cartas que acompañaban libros obsequio de esa editorial que estoy más que seguro que no habrá abierto.

Así que cuando salió este El peligro de estar cuerda, pensé: ya es hora. Y más porque es un libro sui generis en la bibliografía de Rosa Montero. Para empezar es un no ficción y, para seguir, tiene la pretensión de demostrar una idea con la que nunca me he sentido muy cómodo cuando no la he rechazado. Es decir, pretende establecer un vínculo a prueba de bombas entre la creatividad, el trabajo artístico y, sobre todo, esto de escribir que se empeñan en hacer los autores (yo entre ellos) y la salud mental o trastornos como la ansiedad, los ataques de pánico, la bipolaridad o las tendencias suicidas.

Pero, ¿hasta qué punto lo consigue?

A destacar

  • No ficción
  • Relación arte, creatividad/ salud mental

Y esta demostración la llevará a cabo a través de las experiencias de su propia vida que se ajustan a lo que quiere demostrar y de los ejemplos que coge de vidas de otros autores (las de aquellos que han pasado por lo que trata de demostrar, por otro lado). No estoy seguro de que lo consiga porque centra sus esfuerzos en tomar ejemplos que lo demuestran y no hacer un muestreo de todos los autores que pueda haber. De esta manera, se crea una tendencia que justifica sus postulados, pero, por otro lado, la ingente tarea que sería coger a todos los autores y comprobar ese vínculo que trata de demostrar, no creo que sea abarcable ni que acabe de demostrar nada.
Por otro lado, lo mío tampoco tiene nada de objetivo ni neutral. El hecho de no haber experimentado trastornos psicológicos graves, depresiones o cualquiera de los ingredientes que se supone que los autores tienen que tener para ser creativos, me predispone a no aceptar que tenga que existir esa conexión. Al fin y al cabo, escribo y soy creativo. Aunque no me hagan ni puto caso. Así que si lo que no me sirve para aceptar la tesis de Montero, es decir, que me parece tendenciosa, tampoco me sirve para poder enarbolar, por ser tendencioso también, que mi rechazo sea más legitimo que su demostración.
Además, me niego a aceptar ese relato que romantiza las enfermedades mentales como foco de la creatividad. Una idea viejuna e instalada desde el romanticismo que sirve para crear una especie de halo místico alrededor de los autores y del que el marketing más chustero se aprovecha.
Significa todo esto que el libro no está bien. Para nada, he disfrutado mucho de la lectura y de la prosa de Rosa Montero. He disfrutado de anécdotas de su propia vida con las que hilvana su demostración así como con la tarea de documentación que ha llevado a cabo para entretejerlas con las de las vidas de los autores que sí experimentaron
Por otro lado, aunque no esté de acuerdo con su tesis principal, sí estoy de acuerdo con multitud de cosas de las que habla y pondré dos ejemplos. Por un lado, en un momento dado, habla de lo efímero de la importancia de los autores o de que incluso haya autores de los que nunca vayamos a saber por los caprichos del tiempo o de la fortuna y que nadie puede asegurar si nuestra obra es buena o mala. Tengo cierto encono con esto debido al comentario que hizo una vez un editor colega en el que aseguraba de forma irresponsable que si una obra no se había publicado es que no debía de publicarse. Una frivolidad sinsentido porque en el momento en que se publica una obra esa afirmación se falsa por sí misma. Y, claro, me da mucha rabia que un tipo que tiene el poder de publicar algo a su criterio tenga esta forma de pensar…
Por otro lado, confirmo otra de las cosas que cuenta Rosa montero. Cuando escribes suceden cosas extrañas que tienen que ver con lo que has escrito. Casualidades, coincidencias, sinsentidos que conectan tu realidad con la ficción que estás escribiendo. Doy fe de que sucede, de que me ha sucedido y de que no dudo que me sudecera.
En resumen, un buen libro de no ficción que no me atrevería a colocar en la balda de los ensayos pero que es muy disfrutable. Tanto como tendencioso…

Sobre el autor

Nació en el seno de una familia humilde. Hija de un banderillero y de una ama de casa. A la edad de cinco años escribió su primera novela. Ingresó en la Universidad Complutense de Madrid (en esa época Universidad de Madrid) en 1969. Inició sus estudios universitarios en la Facultad de Filosofía y Letras con la intención de estudiar psicología y posteriormente periodismo. En 1970, con 19 años, comenzó a trabajar como periodista en diversos medios informativos, entre ellos, PuebloFotogramas y Posible.2​ Finalmente dejó los estudios de psicología, después de cuatro años, y se tituló en la Escuela Superior de Periodismo de Madrid. En la misma época universitaria colaboró con grupos de teatro independiente, como Canon o Tábano.


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