Insistimos
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Siempre, bueno, al menos desde que lo descubrí, porque no lo he sabido siempre, me ha sorprendido, incluso fascinado, la capacidad de algunos escritores para compaginar el trabajo con la escritura. Es decir, pasarse un mínimo de 8 horas en un trabajo convencional y luego ponerte a escribir una novela es, cuando menos encomiable.
Cuando empecé a escribir Máscaras allá por el 2011 tenía un trabajo convencional. Acudí por dos trimestres a una escuela de escritura pensando que me ayudaría con la novela que tenía entre manos. Acabé dejándola porque era más una clase de literatura que una de escritura creativa y no me ayudó mucho a escribir, la verdad.
También dejé Máscaras aparcada cuando llevaba unas 60 páginas de word porque mis capacidades intelectuales no me daban para combinar las dos actividades. Así que hasta que no me echaron y yo decidí dedicar la indemnización por despido improcedente y el paro a mantenerme mientras escribía que no continué.

Proyecto 5
Ahora no tengo un trabajo convencional y me permite poder concentrarme en la escritura cuando lo deseo. No me sustrae las capacidades intelectuales que necesito ni aplasta mi ánimo como me ha sucedido en el pasado con otros trabajos. Algo por lo que estoy inmensamente agradecido.
Sin embargo, lo que no he conseguido compaginar hasta ahora y creo que no lo lograré, aunque tampoco tengo por qué hacerlo, es todo este proceso que he ido narrando desde principios del año pasado hasta hace poco más de un mes: la publicación de una novela. No he conseguido nunca desligarme intelectualmente del trabajo que conlleva de la tarea que implica la escritura de una novela nueva. Es como si no tuviera espacio en el cerebro o que no pudiera disociarme para hacer dos tareas para mí tan importantes como lo son la edición y publicación (y de paso la recepción de la nueva obra) de la escritura. Y me sorprende hasta la admiración que lo puedan hacer aquellos autores que me merecen la pena.
Por eso hasta ahora no me he podido sentar a retomar la tarea de continuar con la escritura de la continuación de No es como la esperábamos. Colgué los guantes en agosto para dedicarme a vacacionar en todos los sentidos y, desde entonces, ni siquiera había vuelto a leer lo escrito ni a pensar en cómo iba a continuar.
Ahora en el constante cambio en el que todos vivimos y que quiero conferir a este blog, pretendo desviar su objetivo de relatar un proceso de edición a relatar un proceso de escritura. No sé cómo me irá, no sé cómo funcionará el asunto pero de cualquier manera, me apetece mucho llevarlo a cabo.
Así que ya he releído lo escrito. Me ha sorprendido la distancia que he tomado del texto, lo que había olvidado de lo escrito y el volumen que había alcanzado. Está claro que lo recordaba de otra manera. Y me ha gustado el contraste, no me he estancado, como dicen muchos que les pasa para hacerse los interesantes, para convertir la tarea de escribir en un mito y una gesta casi imposibles de acometer. No, lo siento, me ha gustado lo que he leído y me ha dado las pistas necesarias para saber por dónde seguir.
Así que nada, sigamos, ¿no?
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El silencio de los corderos
Canetenovela
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¿Qué se puede decir de una novela como esta a estas alturas? ¿De una novela que marcó un antes y un después en el género y sentó las bases para la ficción de asesinos en serie?Pues, la verdad, no lo sé. Solo sé que la leí hace 30 años y que me ha dado por releerla ahora y ha sido una experiencia acertada.

A destacar
- Thriller
- Asesino en serie
- Clarice Starling
- Hannibal Lecter
Sobre el autor
Thomas Harris (Jackson, Tennessee, 11 de abril de 1940) es un escritor estadounidense, autor de la serie de novelas de suspenso cuyo protagonista es el psiquiatra caníbal Hannibal Lecter, adaptadas al cine en cinco películas y una serie de televisión.
Su novela de 1988 The Silence of the Lambs (El silencio de los corderos) fue adaptada al cine en 1991, con título homónimo, película nominada a los Premios Óscar de 1991 en siete categorías, de las cuales obtuvo los cinco principales galardones.
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La llamada
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Las malas
Camila Sosa Villada
El silencio de los corderos
Thomas Harris
Las indignas
Canetenovela
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He dejado pasar un par de días desde que acabé de leer la nueva novela tras Cadáver exquisito de Agustina Bazterrica que ha titulado Las indignas. Lo he hecho porque no es bueno soltar la lengua en caliente. Tras dejar aposentar el polvo y el ruido de la lectura me han surgido varias preguntas.¿Por qué Agustina has publicado esta novela?¿Ha sido porque Alfaguara te lo ha pedido, ha insistido en que si no lo hacías verías diluirse el éxito de Cadáver exquisito? ¿De verdad crees que este texto es digno?
Como podréis ver con lo escrito hasta ahora, la lectura de esta "novela" no me ha sentado muy allá y eso tiene varias razones.

A destacar
- Distopía
- Novela postapocalíptica
- Misticismo? Religiosidad?
Sobre el autor
Agustina María Bazterrica es una escritora argentina.1 Su segunda novela, Cadáver exquisito, ganó la vigésima edición del premio en el mismo año de su publicación y, en 2021, el Premio «Ladies of Horror Fiction» a la mejor novela, siendo la única obra finalista que no había sido escrita originalmente en lengua inglesa.23
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Leila Guerriero
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El silencio de los corderos
Thomas Harris
De frente
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Cuando me planteé escribir este blog lo hice con la idea de que fuera un testimonio de los pasos que iba dando desde que daba por zanjada la tarea de escritura hasta que el borrador (así lo denominaba entonces) pasase a ser un libro.
Como se puede comprobar a través de la lectura de las entradas desde la primera hasta esta, el proceso ha transitado por diferentes etapas. Ese tipo de encrucijadas que dependiendo del resultado que arrojan te desvían o, mejor dicho, te dirigen hacia uno y otro lugar.
Dicen que el objetivo nunca es. en realidad. un fin en sí mismo sino que el viaje hasta conseguirlo o no (otra encrucijada) es lo realmente importante. He de decir, sin sonar excesivamente victorioso, porque desde el principio supe que entre las opciones que tenía siempre llegaría a mi objetivo, es decir, a la publicación, que la anterior frase es verídica: el viaje que emprendí ha sido el mejor fin que el objetivo.
Y el resultado es que No es como la esperábamos ya está disponible para cualquiera que le quiera dar una oportunidad.

De contra. Esto no ha acabado
Podría decirse entonces que si ya he cumplido con la razón de ser de este blog, un diario de publicación, debería bajar la persiana y dejar de daros la turra con esto. Pero nada más lejos de mi intención. La publicación es también todo lo que viene después:
¿Qué vas a hacer para difundir el libro? (marketing que lo llaman y a lo que le tengo una ojeriza de conjuntivitis).
¿Qué recepción tiene la obra?
¿Qué posibilidades se abren ante tí?
¿A qué dará pie?
En fin, un montón de interrogantes que estoy deseoso de contestar o, mejor dicho, de enfrentarme a ellos, de llegar a otra encrucijada y ver a dónde me lleva el desvío.
La verdad es que disfruto mucho con estas aventuras. Está claro que no dan de comer, pero no veáis si alimentan.
Lo último que diré por aquí y, para los que hayan llegado, es que No es como la esperábamos está en Amazon y, por supuesto, os invito a leerla…
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No mentirás
Canetenovela
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¿Qué le pasa a la novela negra española de autores "jóvenes"?¿Por qué no hay manera de encontrar un título una historia que no tienda al thriller más descabellado e inverosímil?
¿Por qué están tan infladas esas novelas con escenas superfluas que no añaden nada ni a la construcción de personajes ni a la trama y entorpecen el ritmo pensando que cuanto más cosas pasen más acción hay?
No tengo la menor idea, la verdad. Pero lo que más ojiplático me deja es el enorme éxito que acaban teniendo. Esta novela es una muestra de ello. Me la regalaron hace un par de años y ya iba por la 7a edición. No sé que debe ser lo que funciona, pero sí sé lo que no me funciona a mí. Y voy con ello...

A destacar
- Novela coral
- Thriller
- Asesino en serie
Primero unas pinceladas del argumento: un abogado exitoso, estúpido y plagado de manías recibe la noticia de que su padre, al que no ve desde hace 18 años, se ha suicidado. Ese será el pistoletazo de salida para acudir a un pueblito alicantino, Mors, donde empezarán a aparecer muertos por doquier. Cada uno asesinado al estilo de un asesino en serie famoso español. Aquí entra Nicolás Valdés que, por lo que veo, será el inspector/detective insignia de este autor. Jovencito y recién llegado de la capital del reino a esa ciudad de provincias, Nicolás, arrastra, como no, un traumazo del copón (todo este hilo argumental es lo que me hizo pensar que había una historia anterior, pero parece ser que no. Tampoco lo voy a averiguar, no me interesa lo más mínimo seguir con esta serie), que le lastrará a lo largo de la investigación de los asesinatos que muestra la novela.
Bien, ¿qué no funciona? Para empezar el dibujo psicológico de los personajes. Ni te los crees ni empatizas con ellos y esto, quizá, tenga que ver con que su abanico de emociones no está modulado. Es decir, pasan de la calma absoluta o de un comportamiento razonable, a ir espitados ante situaciones que no espitan. La exageración ante lo que les sucede si bien, en alguna circunstancia es necesaria (no todos los días te vas a encontrar un cadáver decapitado), en otras no y el hecho de que un personaje reaccione de manera desmesurada ante una situación que no lo justifica despoja de contenido a cuando sí lo justifica. Van pasados de vuelta la mayor parte del tiempo y son un poco bastante flipaos.
Que más, qué más: la trama, una mezcla de Copy cat y Las dos caras de la verdad en forma de batiburrillo con una génesis estúpida y plagada de suicidios. Si quieres fusilar argumentos de películas norteamericanas conocidas porque no se te ocurre uno propio, hazme el favor y tápate un poco. Quizá con un poco de talento, aunque se notase, se apreciaría que el autor le haya podido dar una vuelta de tuerca, pero no es el caso.
Quizá sí disimula con la sobredocumentación que distraerá a algunos lectores y hará que el engaño cuele, pero no hará nada a favor de la calidad de la escritura. Está muy bien que hayas preguntado como trabajan los forenses en una escena, pero de verdad me lo tienes que colar todo con pelos y señales. Buen trabajo chico, pero a mí con que me digas que la científica ha procesado la escena (4 palabras) y me ahorres dos páginas, pues ya me tienes ganado.
Y esto me lleva a quizá lo último por lo que naufraga esta novela: le sobran fácilmente 200 páginas. Escenas infladas, ni un ápice de talento para los diálogos, sobre explicación… En fin todos los errores de un escritor novato o, simplemente, malo.
¿Por qué la he acabado de leer y no la he dejado a medias? Quizá porque quería practicar mis habilidades de lectura en diagonal, quizá porque de lo contrario no podría haberme puesto a hacer esta reseña.
En fin, ponía el otro día en las stories de IG que más que titularse «No mentirás» debería titularse «No me leerás»… Lo suscribo y sigo preguntándome, ¿por qué tienen éxito semejantes bodrios?
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El silencio de los corderos
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Pirineo Noir
Canetenovela
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Mi gozo en un pozo.Pirineo Noir de María Pérez Heredia me llamó la atención por múltiples motivos. Para empezar es una novela negra española escrita por una autora joven y, eso, a mí ya me basta para querer darle un tiento. Si le sumamos además lo que presupone el título y la sinopsis del editor, estamos, en principio ante una novela criminal rural, es decir el escenario donde se desarrollará la trama, As Boiras, es un pueblecito del Pirineo aragonés. Y, con eso, uno presupone un ambiente asfixiante, una atmosfera primaria de personajes que se relacionan con cierto nivel de brutalidad que puede resultar atrayente.
Añadir entonces la premisa que abre la novela, a saber, que la protagonista vuelve a ese pueblo de su adolescencia después de 26 años sin haberlo pisado porque los crímenes de un asesino que mataba niñas empiezan a repetirse, tiene que ser un éxito, ¿verdad? O, al menos, todo esto hace que mi hype se dispare.
Nada más lejos de la realidad. Estamos ante una novela fallida, una decepción. Pero, ¿por qué?

A destacar
- Novela negra
Sobre el autor
María Pérez Heredia nació en 1994 en Zaragoza. Debuta con Esos días raros de lluvia (Eclipsados, 2013),4 novela que empieza a escribir con 17 años y publica con 19.5 Su blog Días raros de lluvia, aunque desde 2015 no está activo, le ayudó como ejercicio de escritura entre el final de su primera novela y el inicio de la segunda.6
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Espera
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Cada año, hago un pequeño repaso de cómo ha ido. En la última ocasión hace un par de días, no me veía yo muy ufano, pero decidí no saltármelo. El resultado, que no estaba nada planeado, guardó mucha relación con el proceso editorial o, al menos, con la autopublicación. Así que me he decidido a incorporarlo en esta bitácora.
Aquí lo tenéis:
He estado leyendo los repasos de años anteriores. Quizá para preparar este, quizá por, yo qué sé, esa nostalgia de ver cómo fueron años anteriores (olvidamos tan rápido que ver cómo te sentaron otros años parece un descubrimiento). El caso es que no ha sido muy inspiracional… sí, me gusta lo que escribo y cómo lo hago, no pertenezco a esa raza de escritores (si es que alguna vez me he reconocido como tal) a los que les gusta repudiarse –a través de repudiar lo que escriben– en cada ocasión para agrandar la figura marketiniana que les vende y que no son.
En realidad me doy cuenta de que este año ha estado muy centrado en la espera. Ni dulce espera ni leches, no penséis mal. En la espera de cosas que no están en mi mano pero o las quiero o las necesito o siento que son necesarias en un proceso que he instalado en mi cabeza. Me refiero, por supuesto, a publicar. Veo, después de leer la publicación de repaso del año pasado, que ya tenía un primer borrador de la novela que estoy a punto de publicar. Ha pasado un año y no está publicada todavía.
¿A qué he esperado?
A que pasase más de un mes para tratar de olvidar lo escrito y corregirla yo, «con ojos nuevos» leyéndola tres o cuatro o, incluso, cinco veces.
A que la leyeran lectores de mi confianza que, sin estar acostumbrados a este tipo de lecturas, me hicieron el favor, no sin mostrar cierta reticencia (qué pesao el tío este). Por suerte y, quizá porque me conocen, les encantó o, al menos, les pareció suficientemente interesante para acabarla y darme sus comentarios para mejorarla.
A que me contesten las editoriales a las que se la envié, tonto de mí, que, por supuesto. o no me contestaron o no la rechazaron o, lo que es peor, intentaron tangarme para que me metiera en un crowfunding y les alimentase sus proyectos con mis esperanzas.
A preparar, editar, la novela para que estuviera en forma y fondo disponible… quizá la parte más exigente a nivel psicológico porque es la que te supone reprimir con mayor fuerza las ansias de que ya esté porque tu parte ya está hecha.
En ese sentido, este año ha sido quizá el que más me ha enseñado a capear la frustración y a lidiar con las expectativas. Me ha enseñado que es imposible, al menos por mi parte, ser budista. Cercenar la esperanza y no estar a la expectativa de que suceda lo que tú quieres que pase es imposible. Así que la paciencia, la perseverancia y el empeño se han convertido en schwarzenegers en mí. Cosa buena, mira tú por donde.
También he descubierto o he aprendido (aunque eso está por ver, estoy en momento epifanía y del dicho al hecho hay un trecho) que hay que ponerse las pilas, que esperar está muy bien pero que hay que desacralizar eso de publicar… Estoy con la segunda parte de lo que voy a publicar en pausa a causa del proceso de edición que comento (la cabeza no me da para más) y he decidido que con esta no esperaré, que no la daré a leer a nadie antes, que no languideceré por que las editoriales me digan que no o me intenten tangar, que aprenderé maquetación para no cargar a otros ni con ese trabajo ni con mi anhelo por tener las cosas ya, que publicaré cuando yo quiera.

Afortunado
Y, quizá lo más importante de este 2023, que basta ya de esperar que las cosas sean como uno quiere… no lo son en política, no lo son en amigos, no lo son en pareja, no lo son en familia, no lo son en nada… ¿por qué empeñarse en que lo sean?
Haz, ve haciendo con lo que tienes…
Poco repaso a este 2023 he hecho, pero para concluir diré que no ha sido mal año aunque se hayan ido muchos, demasiados (lo peor).
Sigo pensando que soy una de las personas más afortunadas que conozco y cuando se me olvida, me lo repito. Espero no olvidarlo durante 2024, veremos como entra y como sigue y, con suerte, dentro de un año tendré algo más que decir que este pobre repaso de este… Tampoco pienso esperarlo, está claro que 2024 no va a ser un año de esperar…
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Fortuna
Canetenovela
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Fortuna de Hernán Díaz sonaba en mi radar desde hacía unos meses y lo que me acabó decidiendo a leerla fueron un par de cosas. Para empezar es una novela asentada en un periodo histórico que me interesa mucho: los felices años 20 y la posterior gran depresión (no en vano nací un 29 de octubre efeméride que conmemora un momento serio de quasiacabar con el capitalismo). Para seguir, se la ha galardonado con un Premio Pulitzer y, para mí, eso es garantía de que me va a gustar.Pero, veamos por qué me parece, tras leerla, que estamos tras un novelón...

A destacar
- Momento histórico interesante (Felices años 20 y gran depresión)
- Premio Pulitzer
- Diferentes narradores que afinan la perspectiva
Sobre el autor
Nacido en Buenos Aires en 1973, migró con su familia a Suecia tras el golpe de Estado en Argentina de 1976. A la vuelta de la democracia volvió a Argentina, donde estudió Literatura en la Universidad de Buenos Aires. Posteriormente obtuvo una beca en el King’s College en Londres y realizó su doctorado en la Universidad de Nueva York. Reside en Estados Unidos, donde imparte clases en la Universidad de Columbia,
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Donde nadie te encuentre
Canetenovela
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Alicia Giménez Barlett es una autora española que ha ido sonando en los alrededores de mi interés por la novela negra y a la que nunca había dado una oportunidad hasta ahora. A través de comentarios a uno de mis vídeos de novela negra decidí lanzarme a descubrirla y me topé con este Donde nadie te encuentre que, precisamente, no es una novela negra. Sin embargo, y a pesar de que la novela histórica no me entusiasma, he disfrutado mucho con esta lectura. Quizá porque no es una novela histórica pura sino algo así como una novela de investigación que pivota alrededor de un personaje extraordinario, en el sentido más etimológico de la palabra, Teresa Pla Meseguer de nacimiento Florenci Pla Meseguer a partir de un momento de su vida, cuando pasó a formar parte del maquis, guerrilleros que continuaron la lucha antifranquista tras la finalización de la Guerra Civil española.

A destacar
- Novela de investigación
- Novela histórica
- Antifranquismo
Sobre el autor
Alicia Giménez Bartlett (Almansa, Albacete, 1951) ha publicado, entre otras, las novelas Exit, Una habitación ajena (Premio Femenino Singular 1997), Secreta Penélope, Días de amor y engaños, el gran éxito Donde nadie te encuentre (Premio Nadal de Novela 2011) y Hombres desnudos (Premio Planeta 2015). Con la serie protagonizada por la inspectora Petra Delicado se ha convertido en una de las autoras españolas más traducidas y leídas en el mundo: Ritos de muerte, Día de perros, Mensajeros en la oscuridad, Muertos de papel, Serpientes en el paraíso, Un barco cargado de arroz, Nido vacío, El silencio de los claustros, Nadie quiere saber, Crímenes que no olvidaré, Mi querido asesino en serie y Sin muertos. Ha recibido los prestigiosos premios Grinzane Cavour en Italia y Raymond Chandler en Suiza. Actualmente vive en el campo, en el término municipal de Vinaròs.
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Tenemos que hablar de Kevin
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Hace unos meses preparé para el canal de youtube un vídeo centrado en la voz narrativa en segunda persona. Siempre me han interesado no solo cómo están contadas las historias que leemos sino también quién te las cuenta. Para aquel vídeo cité varios ejemplos y entre ellos una novela epistolar, es decir, aquella que está compuesta de cartas que un personaje envía a otro hablándole de tú. En seguida y, gracias a los comentarios de seguidores que lo vieron, me brindaron varios ejemplos entre los que se encontraban este Tenemos que hablar de Kevin de Lionel Shriver. Si bien es cierto que esta novela se puede encuadrar en el género de novela epistolar, también se aleja de él en varios aspectos sin perder en ningún momento ese narrador en segunda persona y con un resultado fascinante. Pero, ¿por qué?

A destacar
- Novela de personajes
- Crítica al modo de vida americano
- Crítica a la maternidad
- Crítica a las armas
La voz omnipresente que llena las páginas de esta novela es la de su personaje principal, Eva, que bajo la excusa de escribirle cartas a su marido Franklin, describirá su vida juntos, las decisiones que tomaron en el pasado, por qué las tomaron, cómo les cambiaron la vida y cómo han llegado hasta el presente. Para ello cada capítulo, cada carta, transitará entre la memoria de la protagonista de hechos pasados y su vida diaria, cotidiana y poco extraordinaria si no fuera por las acciones de Kevin que, ya desde su presencia en el título, sabremos que juega un papel preponderante en la vida de ambos.
No quisiera extenderme en la anécdota de la novela a pesar de que ya en el primer capítulo se nos desvela, sin profundizar, qué es lo que hizo el tal Kevin porque solo serviría para centrar la atención en uno solo de los aspectos de este novelón que es literatura en mayúsculas.
Y lo es por el talento de Shriver que tiene una mano especial para profundizar en sus personajes, un humor subyacente al texto que oscila entre la negritud, el cinismo o la ironía y, a la vez, la valentía para meterse en jardines que no se suelen arreglar para que queden bien. Entre ellos, el de la maternidad y todo ese relato de lo que se supone que tiene de maravilloso. No, aquí alcanza rasgos de novela de terror sin que en ningún momento se rompa la verosimilitud. El lector está tan metido en el mundo de Eva, en su manera de pensar, en su mentalidad que cuando se desata la tragedia, está dispuesto a aceptarlo. Y no solo por los precedentes reales a toro pasado de lo que nos cuenta sino porque ha recorrido con ella todo el camino que, de las múltiples maneras que se tiene de llegar a un desenlace así, el que nos explica es completamente plausible. Y devastador, y abominable, y horriblemente cruel. Y, aun así, completamente fascinante.
Una novela que se toma su tiempo para desarrollarse sin que por eso se haga pesada o larga. No, si el lector alcanza la vibración de su ritmo y se armoniza, no podrá dejar de leerla. Guarda esa virtud que tienen pocas novelas de enganchar a sus lectores y no soltarlos, a pesar del posible agotamiento, hasta dejarlos bien vapuleados e hipnotizados ante lo que acaban de leer.
Sobre el autor
Lionel Shriver (nacida como Margaret Ann Shriver; Gastonia, Carolina del Norte; 18 de mayo de 1957) es una periodista y escritora estadounidense.1 Su novela Tenemos que hablar de Kevin ganó el Premio de Ficción Femenina en 2005,2 y fue llevada al cine seis años más tarde.3
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