abril 10, 2024| Reseñas|5 Minutes

La llamada

Leila Guerriero

La llamada de Leila Guerriero es la semblanza, el retrato periodístico de Silvia Labayru, secuestrada durante los inicios de la dictadura de la junta militar y superviviente tras un año y medio retenida.Cualquier testimonio de la represión homicida de cualquier régimen político que ejerza su tiranía sobre la población, me interesa. Si se añade que tengo especial interés en el cono sur (Chile y Argentina, concretamente) y que conozco poco del tema, este libro era para mí. Y lo ha sido, con sus peros, por supuesto...

A destacar

  • Retrato periodístico
  • Dictadura
  • Superviviente
No había leído nada de Leila Guerriero por más que la conociese por artículos sueltos o porque su nombre ha sonado en el radar que siempre llevo conectado. Me interesan los libros testimoniales, pero este no es uno de ellos por más que se nutra de testimonios para armar sus vericuetos. Aquí la voz de la autora es tan importante como lo que cuenta porque lo hace desde su perspectiva, desde su marco mental, sin intentar ser neutral u objetiva, La Silvia Labayru que se nos presenta lo hace a través de lo hace a través de los ojos de Guerriero, de lo que le provoca a ella el personaje y de lo que le provoca a ella lo que dicen de ella sus compañeros supervivientes, sus parejas, sus hijos, sus amigas, sus lazos emocionales a la vida. No se esconde nada ni se maquilla nada, solo pasa todo a través del tamiz de Guerriero.
Y es que hay mucho que tamizar porque Labayru es una mujer cuya historia ya daría para varias novelas (las hay) y cuya persona, ella misma ya es un personaje, podría dar para varias series. Y es de que joven despampanante (de provocar roturas de cuello al girarlo para verla pasar) de familia bien, de familia de militares, de colegio bien pasó a ser montonera, a hacer atentados, a estar concienciada social y políticamente y a, por supuesto, convertirse en un objetivo de la represión de la junta militar.
Cuando la secuestraron estaba embarazada de su primera hija y dio a luz sobre una mesa en un cuartucho de la ESMA (la Escuela de Mecánica de la Armada, trágico e infausto lugar que no sé si conservará su estatus actual de museo de la memoria tras el paso de Milei). Bajo la amenaza constante a su vida y a la de sus seres queridos, se vio obligada a aceptar pasar por lo que llamaban proceso de recuperación. Un estado de amenaza constante en el que debían fingir que consentías en todo lo que te pedían (exigían) sin oponerte y con una actitud sumisa.
Durante ese año y medio, la torturaron, dio a luz, trabajó, viajó al extranjero, fue violada (incluso por una mujer, ya que su violador la llevó en varias ocasiones a montar un trío con su esposa) y cuando consiguió escapar o, mejor dicho, que la soltaras, se tuvo que enfrentar a la cancelación de sus propios compañeros: si habías sobrevivido, era porque eras un traidor.
No sigo porque a pesar de no destripar apenas nada que no se sepa ya, prefiero dejar al descubrimiento del lector que quiera adentrarse en este retrato sus mejores puntos. Diré que el enfoque que hace Guerriero de la vida de Labayru me parece acertado porque es concéntrico, es decir, va dando vueltas y ampliando esos circulos narrativos añadiendo información, pero partiendo del hecho central: el secuestro, la llamada que le salvó la vida.
El principal pero que le puedo poner es que es demasiado extenso, que en algún momento se pierde en el exceso del retrato de Labayru, que repite y, a veces funciona, y repite y, a veces no.
De cualquier forma me parece un retrato necesario.

Sobre el autor

Leila Guerriero (Junín, 17 de febrero de 1967) es una escritoraperiodista y editora argentina.1


Más reseñas

Privacy Preference Center