Cuestión de estilo
Los calçots es una comida muy típica de la gastronomía catalana. Se trata de cebollas que, calzadas (de ahí calçots) desde que son plantadas, adquieren la forma alargada que las caracteriza. Se cuecen en barbacoa con llama hasta que están bien chamuscaditos, lo que lleva su tiempo, y después se comen pelando esa piel chamuscada, enguarrándote las manos en el proceso y mojándolos en una salsa que se llama romescu y que está increíble cuando está bien hecha.
Cada año, con los amigos, intentamos montar una calçotada en esta época del año que es cuando es época. Y este año, lo hemos logrado después de un par de años pandémicos que no nos lo permitieron.
Para la ocasión, Anaia (que conoceréis más extensamente cuando tengáis la oportunidad de leer el borrador que estoy revisando actualmente), que vive en Madrid, se hizo un viaje sorpresa express.
Le enseñé el manuscrito y leyó las primeras páginas. Me hizo unos cuantos comentarios acerca de lo que encontró que me han dejado pensando unos días.
Él no está acostumbrado a leer literatura. No suele leer ficción y dedica sus lecturas a la divulgación científica, la autoayuda o los libros de empresa. Busca que un texto sea expositivo, un texto fáctico, que le informe no que le entretenga. Un texto cuyo estilo no es para nada el de el texto en el que yo estoy trabajando.

Escucha
Aunque sus comentarios no cayeron en saco roto, el objetivo de mi texto no es la pura transmisión de información. Me importa la musicalidad que encierren las frases, la contundencia de los párrafos, los sentimientos que pueda despertar lo que estoy contando o el simple disfrute que pueda provocar un texto que se lee.
De la misma manera que sucede con los calçots. Importa mucho más la liturgia que los acompaña, el hacer una barbacoa y cocerlos al fuego, el mancharse las manos con el hollín al desollarlos, el bañarlos en un buenísimo romescu y, finalmente, compartir la experiencia con tus amigos. No solo es comer cebollas asadas. No es la simple absorción de nutrientes que necesitamos para vivir.
Aun así, cuando acabe la corrección/revisión haré una última lectura completa del texto antes de darlo por finalizado.
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