La señora March
Virginia Feito
Tengo la gran suerte de haberme leído La señora March de Virginia Feito sin tener apenas expectativas o sin que el eficaz marketing que lo rodea me hubiese creado un hype elevadísimo que, como una nube, me tapase el sol. Lo he leído con la curiosidad de saber qué tiene para ser un fenómeno editorial y, ya adelanto, nada.

A destacar
- Es una novela negra en la línea de las de Highsmith
- Decepción
En principio, lo venden como un thriller psicológico con toques Rebequianos y hitchcocknianos, incluso mentan a la Highsmith (Ripley se revuelve), pero no es más que una colección de neuras muy bien escritas y demasiado desarrolladas (por momentos, qué aburrimiento) de una señora desequilibrada que no se sabe enfrentar a una realidad más mundana de lo que ella creía (y querría). Y aún así, la autora consigue sembrar un camino de miguitas para que sigamos su recorrido hasta una casa que descubrimos al final que no es de caramelo y que más bien está en ruinas. Todo ello en un contexto de tiempo indeterminado que sirve para despistar (cuando estamos? en los 50?70?80?… qué importan las inconsistencias mientras el lector esté perdido).
No diré más de Ms. March que que es un personaje que cae mal (y no sólo a mí, ya casi he hecho encuesta). Y eso, cuando la voz la narrativa se centra en ese único personaje, a mi se me empacha y acabo devolviendo. Ahora eso sí, el guiño a su nombre que solo se nos dice al final, si no fuera un blufo de novela, hasta quedaría chulo.
Una trama anodina, salpicada de puntos de interés que deja irresolutos y que sobrepasan a la resolución final (¿Qué hizo el hijo?¿quién mató a Silvia?¿por qué se va Martha?¿qué sabe la hermana?¿Y Cádiz?).
En fin, otro de esos misterios editoriales con un 3,9 en amazon. Me alegro por la editorial, que saneará cuentas y por la autora, que siendo novel, estará viviendo un sueño…
Sobre el autor
Virginia Feito nació en Madrid en 1988, y ha vivido en París, en Londres -donde cursó Literatura Inglesa y Arte Dramático en la Queen Mary University y desarrolló su amor por la literatura gótica y el teatro-, en Nueva York y nuevamente en Madrid, donde estudió Publicidad en la Miami Ad School.
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