Encuentros en la tercera fase

abril 18, 2023| Blog|3 Minutes

(pre)Última lectura

Se acerca el momento de reemprender la última de las fases de la revisión. La última lectura. Bueno, en realidad, tal y la programación que me había marcado, ese momento ya ha llegado. Llegó ayer, pero ando liado estos días con diferentes temas que no me permiten centrar la atención en esta última lectura.

Durante este barbecho intencionado, esta desintoxicación del veneno textual de estar rodeado de mis propias letras y mis propias frases, han ido sucediendo cosas bonitas que no me han permitido desvincularme del todo. Cosa que está bien, claro. He recibido los primeros comentarios acerca del borrador revisado. Las primeras sugerencias de cambios, las primeras críticas o los primeros elogios. Ya escribí una reseña anterior sobre esto y no me extenderé mucho más.

Pero la vida ha continuado sin que mi faceta de escritor se viese completamente ligada a este último borrador. Me explico, que es sencillo: he recibido comentarios de otros lectores a otras lecturas de mis otras obras. Y eso está genial, porque no son ni soy ni somos compartimentos estancos.

Campechano

Uno de los comentarios que más gracia me ha hecho es que mi estilo es campechano. Por supuesto, a pesar de utilizar ese mismo adjetivo, no lo expresó en términos de «estilo» y lo hizo como si fuera algo negativo. Pero no por influencia del emérito que ha emponzoñado un adjetivo que siempre me pareció muy agradable. No, esta lectora lo hizo en otros términos.

Lo que ella quería expresar era que el tono general del relato que había leído «Mano en boca, orejas palmas» (lo podéis encontrar en el libro de relatos «Nunca supe escrivir») era homogéneo a excepción de algunos pasajes que lo rompían. Me lo decía como si yo no supiera que esto es así y que ella se había dado cuenta de algo que yo no sabía. Me hizo gracia porque soy consciente de ello y siempre es buscado.

Ya sea a través de los diálogos donde los personajes o el lenguaje que utilizan no se parece al lenguaje del narrador, ya sea a través de la utilización de términos coloquiales en un momento puntual en un texto donde el lenguaje no es coloquial y hasta se podría decir que se utilizan términos cultos, este recurso me sirve para llamar la atención del lector. Es el efecto hielo: día caluroso/piel bajo el sol/hielo como contraste. Y es totalmente buscado.

Ella lo llamó campechano. Y me parece bien.

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