Y empezamos. Día 1

febrero 10, 2023| Blog|5 Minutes

Primer paso

He dejado reposar el manuscrito que dio pie a la existencia de este blog. Como decía en la primera entrada, aquí voy a hablar del proceso de edición de ese manuscrito y el primer paso era oxigenarme, alejarme del texto, olvidarme de lo que había escrito, si es que es es posible, para acercarme a él como si fuera otro. Esto me recuerda una escena de Krampak en que sepultaban la mano derecha bajo las nalgas hasta que se durmiera y entonces aprovechaban ese estado del miembro para garrarse el miembro como si fuera otro el que se lo agarrara.

En fin, escatologías aparte, eso es exactamente lo que pretendía con estas seis semanas de alejamiento. Otros ojos y otras manos. También he buscado lectores alfa que estuvieran dispuestos a ayudarme. Lectores cuyo criterio aprecio y cuyas sugerencias escucharé para mejorar el texto.

Lo siguiente, a principios de esta semana, fue convertir en papel el archivo digital en que está el manuscrito. Por eso me fui a una copistería e imprimí las 178 páginas del documento, lo encuaderné y lo pagué. Me llevé, de paso, las palabras del copista: vaya rollo, ¿no? Ya te digo, le contesté mientras pensaba para mí: ni te lo imaginas.

¿Por qué lo imprimí si puedo corregir directamente en el archivo? Pues porque, por un lado, necesitaba tenerlo en mis manos y, por otro, porque cualquier corrección que se precie, se hace sobre papel.

No he podido ponerme antes porque me han caído informes que no esperaba, pero, al fin, esta mañana he abierto la primera página. De lo primero que me he dado cuenta es de que no he numerado las páginas (error, pero bueno). Lo segundo que he hecho es volver a pensar en el criterio de corrección que voy a aplicar.

¿Cómo?

No empiezo la edición/corrección con la idea de recortar lo más posible el texto ni, por el contrario, añadirle nada. No, voy con la idea de arreglar la arquitectura de mis frases. Tengo la malsana tendencia de alargarlas, de subordinar en exceso, de sumar aposiciones aclaratorias hasta el infinito, de guionizar apartes y de poner parentesis. Eso puede convertir la lectura en un circuito de cross y yo quiero que sea la lisa pista de un campo de atletismo. Así que mi primera intención es la misma que la de un jardinero cuidador de bonsais.

Por otro lado, aunque voy a estar atento a la ortografía, no será mi objetivo primordial. Cualquier errata que encuentre será corregida, por supuesto. Pero en esta ocasión, pienso dejar a profesionales esa tarea para la que yo no soy un profesional ni mi ojo está tan entrenado.

Lo último que diré es que mi intención es la de dedicarle un día a cada capítulo. Podría ir más rápido, estoy seguro, pero no tengo prisa. Quiero tomármelo con calma, así que, en cuanto haya corregido y editado un capítulo en papel, introduciré las correcciones en un nuevo archivo y lo dejaré respirar hasta el día siguiente. El día siguiente empezará con la relectura del capítulo corregido anteriormente y continuará con la lectura y corrección del siguiente capítulo. Y repetiré esta sucesión hasta el final de los 22 capítulos que tiene el manuscrito.

Las primeras sensaciones con el primer capítulo son muy buenas. Creo que he arreglado cosas que antes no había visto y he aligerado el texto. Estoy contento, creo que para ser el primer día se me ha dado bien. Veremos y veréis, si es que queréis, cómo evoluciona la cosa.

Privacy Preference Center